Perder a alguien o algo importante es una de las experiencias más dolorosas que podemos atravesar. El duelo es ese proceso natural, aunque profundamente personal, que nos enfrenta al vacío que deja una pérdida. Puede manifestarse con tristeza, aislamiento, culpa o incluso apatía, y cada persona lo vive a su manera.

En AENDYD sabemos que no siempre es fácil transitar este camino en soledad. Nuestro equipo de psicólogos está especializado en acompañarte durante el proceso de duelo, ya sea reciente, anticipado, patológico o no resuelto. A través de un enfoque personalizado y profesional, te ayudamos a comprender lo que estás sintiendo, a identificar las fases por las que estás pasando y a desarrollar recursos emocionales que te permitan adaptarte a tu nueva realidad.

¿Qué es el duelo?

El duelo es el proceso personal e individual por el que pasa una persona al adaptarse a la pérdida del ser querido. Es la reacción normal, el proceso por el cual toda persona humana pasa cuando sufre la pérdida de algo o alguien querido o que simplemente pertenece a su vida. Supone un proceso más o menos largo y doloroso de adaptación a la nueva situación. Elaborar el duelo significa ponerse en contacto con el vacío que ha dejado la pérdida, valorar su importancia y soportar el sufrimiento y la frustración que comporta.

¿Cuáles son los síntomas del duelo?

El duelo puede ser por muerte de un ser querido, por la pérdida de un trabajo, de una pareja, por enfermedad… cualquier situación que nos produzca los siguientes síntomas

      • Tristeza, y pensamientos recurrentes acerca de la pérdida
      • Falta de concentración.
      • Atención extrema o anulación de recuerdos.
      • Problemas para aceptar la pérdida.
      • Distanciamiento social.
      • Resentimiento por la pérdida
      • Incapacidad para realizar actividades lúdicas.
      • Sensación de vacío

Tipos de duelos

Existen distintos tipos de duelo según la afectación que cause la pérdida en la persona:

Duelo normal

Proceso normal dónde existe un comienzo, un trabajo activo de aflicción y una resolución o reorganización de la vida del superviviente después de la pérdida.

Duelo patológico

La persona se ve superada por la pérdida lo que le lleva a una ruptura de su equilibrio físico y psíquico y necesita, ayuda profesional y terapéutica.

      • Señales de alerta
      • Shock o negación
      • Dolor intenso que se prolonga
      • Sentimientos desproporcionados de culpa
      • Idealización de la persona fallecida
      • Ausencia de recursos personales, familiares y sociales
      • Historia previa de trastornos psicológicos
      • Estar absorto en los recuerdos
      • Síntomas hipocondriacos relacionados con la enfermedad
      • Dependencia a sustancias adictivas
      • Agotamiento nervioso

Duelo crónico

Se produce cuando las reacciones del proceso de duelo se arrastran durante años, el familiar es incapaz de reinsertarse socialmente y tiende a fantasear con el pasado.

Duelo ambiguo

Aparece como consecuencia de la no presencia física del muerto. Familiares que no pueden cumplir con los rituales de la despedida.

      • Duelo anticipado: consiste un proceso vivido por el paciente y familia, de forma previa a una pérdida real. Este tipo de duelos lo podemos encontrar ante situaciones terminales o pacientes diagnosticados con enfermedades avanzadas.
      • Duelo sin resolver: cuando la persona se encuentra inmersa en el proceso de duelo, sobre todo en la fase de ira.
      • Duelo ausente: consiste en un tipo de duelo donde parece que nada haya sucedido. Es un duelo, sin embargo, pendiente de trabajar para acabar aceptando la realidad tal y como es.
      • Duelo crónico, patológico o complicado: consiste en un duelo que continua en intensidad más allá de cierto período de tiempo, y se encuentra en un grado significativamente perjudicial para la vida de la persona.
      • Duelo retardado o pospuesto: consiste en un duelo que se caracteriza por tener una reacción insuficiente en el momento de la pérdida, (en las fases iniciales son capaces de mantener el control de la situación sin dar signos aparentes de sufrimiento. Realizan actividades que les hacen no pensar en lo sucedido y a negar la pérdida durante meses o años. Basta un simple recuerdo, profundizar en sus sentimientos o una imagen para desencadenar el duelo no resuelto) y que se puede reexperimentar los síntomas del duelo en el futuro.
      • Duelo desautorizado o silente: es aquel que nosotros mismo, el entorno o la misma sociedad nos niega o nos obliga a que no se exprese en la forma en que nosotros lo necesitamos.
AENDYD Psicologia Duelo

Fases del duelo

Los sentimientos más habituales que suelen aparecer después de una pérdida son la negación e incredulidad, la insensibilidad, la rabia, la tristeza, el miedo, la angustia, la culpa, la sensación de despersonalización, debilidad muscular, sequedad de boca, autorreproches, soledad, alivio, sensación de oír o ver al/la fallecido/a, ambivalencia y cambios de humor…

También hay comportamientos comunes, tales como llorar, suspirar, buscar y llamar al/la fallecido/a, querer estar solo/a, dormir poco o en exceso, distraerse fácilmente, olvidarse de las cosas, falta de concentración, soñar o tener pesadillas, falta de interés por el sexo, no parar de hacer cosas o apatía, trastornos alimenticios, atesorar objetos del/la fallecido/a,…

Todo esto dependerá de cada persona y de sus múltiples variables personales.

Las siguientes etapas pueden darse de manera no secuencial, y cada persona puede expresarlo de diferentes formas y en situaciones distintas:

  1. Etapa de negación: reacción habitual que suele suceder justo después de la pérdida. Se puede expresar de diferente manera, con actitud de incredulidad, pesadilla o incluso, actitudes “como si no hubiera pasado nada”. Durante esta etapa la comunicación suele encontrarse bloqueada, y suelen detectarse conductas inapropiadas e insensibles.
  2. Etapa de ira/enfado/envidia: en esta fase se activan sentimientos de impotencia y frustración por parte del sujeto. Es una fase crítica, y muchas personas se encuentran atrapadas y es necesario revertir la situación para poder avanzar en las etapas del duelo.
  3. Etapa de culpa:  La culpa es un auto juicio, un perseguidor, la “kriptonita” de los seres humanos, lo que más daño nos hace y la fase con la que más nos cuesta lidiar.
  4. Etapa de negociación: se comienza a establecer el contacto con la realidad del sujeto. En ese momento comienzan a explorarse situaciones que puedan revertir la situación de duelo.
  5. Etapa de depresión (tristeza): a medida que la pérdida se interiorice puede generar problemas emocionales a los pacientes. Este punto supone un estado racional y emocional donde la pérdida se ha de trabajar. Dicha fase se caracteriza por pena, tendencia al aislamiento social, y pérdida de interés por todo lo que envuelve al paciente.
  6. Etapa de reconstrucción: La tristeza extrema nos lleva a intentar realizar una serie de actividades para poder salir de la situación de profundo dolor que estamos viviendo. En este momento comienza la reconstrucción de la persona, retomar alguna actividad, alguna salida….
  7. Etapa de aceptación: es la etapa final y supone la llegada de la comprensión de la pérdida. Es importante remarcar que el proceso de duelo es un profeso personal e individual, y cada paciente puede tardar un tiempo determinado en conseguir esta etapa.
  8. Etapa de integración: En esta fase la persona ha sido capaz de integrar la pérdida en su interior, en su sistema de creencias, ha conseguido aprender a recordar al fallecido y sobre todo y más importante a descubrir su nuevo “Yo”.

Podemos decir que hemos completado un duelo cuando somos capaces de recordar al/la fallecido/a sin sentir dolor, cuando hemos aprendido a vivir sin él o ella, cuando hemos dejado de vivir en el pasado y podemos invertir de nuevo toda nuestra energía en la vida y en los vivos.

¿Cuándo ir al psicólogo por duelo?

Es importante acudir a terapia en caso de que algunos de los síntomas anteriormente comentados como la tristeza, o la apatía afecten tu vida diaria o no te veas capaz de afrontar la pérdida por ti mismo y requieras apoyo.

Cuando te quedes atascado en una de las etapas.

Hay procesos en los que la persona desplaza su rabia y pena, a otras personas o cosas, en los que las respuestas emocionales esperables se desconectan de la propia pérdida y la persona sigue su vida como si no hubiera ocurrido nada. Aferrarse a la negación de la muerte, eludir la renuncia al ser perdido, negar los diferentes aspectos de la ausencias, dolores o complicaciones pueden dar lugar a un duelo patológico o complicado.

Un especialista puede ayudarte a encontrar el equilibrio que requieres.

Tratamientos para el duelo

Es conveniente realizar terapia en aquellos casos de duelo complicado, en la que la persona requiera asistencia para completar el proceso de duelo. El objetivo general consiste en ayudar a resolver cualquier aspecto no resuelto con el fallecido y alentar al doliente a decir un adiós final.

En cuanto al tratamiento para el duelo:

–  Psicoeducación duelo (qué es, identificar distintas fases, identificar y expresar emociones) Se informará acerca del duelo complicado y como es su tratamiento

–  Se explorarán ciertos temas relacionados con el duelo, sintomatología, adaptación a la pérdida sufrida.

– Explorar y procesar pensamientos y emociones.

– Mejorar estrategias para afrontar situaciones.

– Reducir sentimientos de culpabilidad.

– Favorecer que el paciente reduzca comportamientos desadaptativos que obstaculizan la adaptación a la nueva situación.

– Ayudar al superviviente a discriminar y exteriorizar las emociones transferidas por el sufrimiento por la pérdida.

📞 Contacta con Nosotros

Si sientes que la tristeza no disminuye, que te cuesta seguir con tu día a día, o que la pérdida se ha vuelto una carga imposible de gestionar, no estás solo. En AENDYD, te ofrecemos un espacio seguro para reconstruirte y encontrar equilibrio emocional.

Porque el duelo duele, pero no tienes por qué enfrentarlo sin ayuda. Estamos contigo.

📱 Teléfono / WhatsApp: 692 650 211
🌐 Web: www.aendyd.org